Teníamos pactada una presentación en una conocida empresa de gas y aprovechamos para tener un pretexto para pasarla juntos, con lo que no contábamos es que llegamos a ser 22 personas, si créalo 22 integrantes y de aquellos, 11 eran pardillos. Lo que nos acarreaba un problema logístico, pero la tuna siempre encuentra solución y subiendo a un bus llegamos a la presentación como debía de ser.
Tocamos, alegramos al pueblo, a los trabajadores y a las chicas que estaban muy entusiasmadas con la presencia y el porte de nuestros muchachos. Hasta una chica se acordó que nos había conocido antes, juro de todo corazón que intente acordarme su nombre, pero era inútil, después pensé, seguramente alguno de los muchachos la ha conocido en alguna reunión y su historia tendrá, espero que haya dejado buenos recuerdos en ella.
En fin, saliendo de la presentación fuimos a la casa de la leyenda “Wally”, según él.. un “Jedi”, la verdad que con los años que tiene le dejamos decir lo que guste y además, porque acogía a toda horda en su casa.
Instalados en el hogar de nuestro antiguo tuno, seguimos haciendo música y disfrutando “bebidas espirituosas”, mientras llegaban algunas amigas y proseguimos así hasta avanzadas horas de la madrugada o mejor dicho hasta la hora donde a Wally le dieron permiso de soportar a la tuna.
Algunos sobrevivientes terminaron en el departamento de nuestra amiga Andrea y otros fugaron a casa, porque después de todo tenemos familia que nos extraña.